Liderazgo Intelectual: Incorporación de la Sostenibilidad y la Resiliencia en la Cadena de Suministro de GroundProbe
Jefe de Cadena de Suministro y Sistemas de Calidad de GroundProbe, Neil Cordon
En GroundProbe, garantizamos que nuestros equipos se fabriquen y se envíen para que estén disponibles en situaciones urgentes de riesgo con poca antelación. Nuestro objetivo es brindar a nuestros clientes confianza para tomar decisiones tanto en los momentos operativos más críticos, como en los rutinarios.
Nuestra cadena de suministro continúa adaptándose para asimilar los riesgos cambiantes y los factores dinámicos que afectan al mercado global hoy en día, en particular la necesidad crítica de sostenibilidad.
Estamos reduciendo progresivamente nuestra huella de carbono para cumplir con los objetivos críticos de cero emisiones netas. Hemos desarrollado una estrategia de abordaje en todos los aspectos de la compañía, desde el diseño de productos, la fabricación y la logística hasta nuestro pilar: la gente y la cultura.
Incorporación de Principios Sostenibles
A nivel político, nos impulsa nuestro objetivo de reducir significativamente nuestro impacto en el planeta a través de la educación de nuestros empleados y la adopción de las mejores prácticas. Contamos con procesos activos para optimizar el uso de recursos valiosos. Esto establece los principios para cada decisión que tomamos. Tenemos varios socios proveedores clave, que han estado creciendo con GroundProbe durante varios años. Los mismos forman parte de nuestra extensa compañía y ecosistema de suministro.
Constantemente comparamos nuestra cadena de suministro con una serie de fuentes, incluidas las normas internacionales para adquisiciones sostenibles (ISO20400), el Chartered Institute of Procurement and Supply (CIPS), Australian Supply Chain Institute (ASCI) y los grupos de redes locales entre pares. También hemos iniciado valiosas colaboraciones con empresas locales. Esto último nos ayuda a superar desafíos como la escasezº (semiconductores, contenedores de envío y personal capacitado, por nombrar algunos). El mapeo y la comprensión de cómo nuestros movimientos de carga impactan nuestras emisiones, junto con el aumento de los costos, ha cambiado radicalmente nuestras ventas y operaciones, y también los fundamentos de la distribución de inventario.
Este marco de referencia impulsa un enfoque de arriba hacia abajo. Nos enorgullece incorporar una mentalidad sostenible en nuestra gente, impulsando el cambio cultural. De esta manera, integramos los principios de sostenibilidad a nuestro marco de Mejora Continua (CI) existente. Esto ya lograba reducciones efectivas en los ocho tipos de desperdicios (defectos, sobreproducción, espera, no utilizar talento, transporte, inventario, movimiento y procesamiento excesivo). No obstante, este nuevo conjunto de elementos impulsa a nuestra gente a concebir formas de reducir el desperdicio de material y energía en el nivel de tarea específica. Esto ha llevado a una reducción de los residuos a los vertederos, un menor consumo de materias primas, un mayor reciclaje, la eliminación de plásticos blandos, la reducción del consumo de energía y muchos otros pequeños cambios. En conjunto, estos se suman a una reducción significativa en los costos y los impactos ambientales, pero, lo que es más importante, reconfiguran nuestra forma de pensar. Para capitalizar esta nueva forma de ver las oportunidades de mejora, también hemos estado llevando a cabo sesiones educativas en un formato de “Almuerzo y Aprendizaje”. La clave de esta iniciativa ha sido promover el optimismo.
Establecemos Nuestro Propio Estándar
Como ejemplo, en 2018 comenzamos a recolectar nuestros desechos electrónicos (cables, cargadores y componentes electrónicos excedentes) con la intención de desviarlos del vertedero y regresarlos a la economía circular para su reutilización. Una vez que acumulamos lo suficiente para que valiera la pena el viaje, llevamos la primera carga a un reciclador local y nos pagaron $140. Decidimos donar el dinero a Ozharvest Australia, que toma los alimentos potencialmente desperdiciados y los convierte en comidas para familias desfavorecidas. Esto no sólo proporcionó una relación económica circular casi perfecta para los desechos electrónicos, sino también para los desechos alimentarios. También nos llevó a comprar menos del material que estábamos comprando y que, al principio, terminó en este bucle. Todos ganan. Este es nuestro modelo en curso.