Construyendo una Estrategia Organizacional Exitosa
Vicepresidente de GroundProbe para Australia y África, Clifford Walsh
«La mayoría de las metodologías organizacionales y estratégicas se desarrollaron después de la Segunda Guerra Mundial siguiendo la premisa jerárquica militar. ¡El mundo y la forma en que las personas piensan y operan han cambiado de modo irreconocible desde entonces! Sin embargo, la mayoría de las organizaciones e instituciones académicas siguen fervientemente aquella forma de pensar».
Por lo tanto, para tener éxito en este mundo en constante cambio y rápido movimiento, una organización como GroundProbe debe estar dispuesta a construir una dirección estratégica y operativa que sea a la vez inteligente y dinámica. La implementación de tal estrategia evocará positivamente un plan único y práctico para un futuro exitoso, cerrando la brecha entre dónde se encuentra dentro del mercado actual y dónde quiere estar.
A continuación, se muestra mi interpretación de una estrategia organizacional exitosa, establecida en cinco fases. En resumen, el proceso fluye a través de cinco fases de desarrollo. El primero tiene como objetivo identificar y definir qué y quién es la organización, el segundo tiene como objetivo comprender la realidad de los problemas que enfrenta, el tercero se enfoca en la intención y la dirección estratégica, el cuarto define el proceso de implementación, y finalmente, el monitoreo de resultados y la importancia de predicar con el ejemplo.
Fase 1: Definir el Propósito y la Intención
Fundamental para crear una estrategia exitosa es la importancia de comprender el propósito receptivo de la organización, es decir, qué quiere hacer y cómo quiere actuar (a través de valores comerciales acordados). Le siguen las ambiciones previstas proyectadas y cómo planean sostenerse, parte del modelo comercial. Definir estos parámetros ayuda a crear los «factores X» de la organización y dará como resultado una base sólida para una estrategia de gran potencia.
Fase 2: Realizar un Análisis DOEP
Cuando entendemos la Dinámica, las Oportunidades, la Exposición al riesgo y la eficiencia del Proceso (DOEP) de la organización, entendemos dónde se encuentra dentro del mercado, la ‘realidad operativa’, es decir, el análisis de cómo las personas interactúan con la organización, qué oportunidades tiene, qué tan expuesta está, y qué tan eficientemente se ejecuta. El DOEP ayuda a definir los objetivos estratégicos de la organización y puede ser tan simple como una discusión en la sala de juntas o tan complejo como un proyecto de investigación en curso. El DOEP reemplaza el antiguo análisis FODA, dividiendo una organización en partes «internas» y «externas», un modelo de negocio que es cada vez más difícil de integrar.
Fase 3: Desarrollar una Dirección Estratégica
La combinación de los resultados de las fases 2 y 3 debería resultar en la comprensión de lo que se debe cambiar para seguir siendo relevante y la brecha entre dónde estamos y dónde queremos estar. Pero cerrar la brecha requiere una dirección estratégica sólida con objetivos específicos. La creación de objetivos estratégicos claros y concisos es una parte extremadamente importante del proceso de desarrollo porque, si nos equivocamos, podemos poner en peligro la dirección estratégica de la estrategia organizacional. Por eso, debemos elegir cuidadosamente nuestros objetivos estratégicos. Recomiendo tres objetivos estratégicos como buen punto de referencia.
Fase 4: Implementar la Estrategia [Metodología de Gestión de Proyectos]
La siguiente fase incorpora la metodología de gestión de proyectos: implementar y ejecutar la estrategia, comenzando con una estructura de desglose del trabajo de alto nivel que traduce los objetivos en programas estratégicos. Cada programa contiene varios proyectos, y cada proyecto define límites claros en términos de tareas, costos, riesgos y desempeño. Así, podemos ejecutar cualquier proyecto, construyendo una dirección estratégica sólida y precisa.
El método de gestión de proyectos es un proceso testeado y probado con reglas, plazos, hitos, etc. claramente definidos, por lo que no debería haber excusas para ignorar esta parte de la estrategia.
Si un proyecto no se implementa, generalmente se debe a que el gerente del proyecto no completó su trabajo.
En organizaciones más grandes, el director de proyecto es quien gestiona los costos, plazos de finalización y calidad durante el proceso. Esta es una buena práctica pues permite que el feedback del director del proyecto se centre más en la sustancia que en el proceso. Además, previene que el árbitro sea también jugador.
Fase 5: Monitorear y Liderar
En este punto, es importante monitorear el progreso de la estrategia, analizando el éxito (y el posible fracaso) de los logros previstos y revisando los costos. Aquí también es importante recordar que construir una estrategia es un ejercicio costoso, por lo que el cambio que trae debe valer el riesgo. El cambio positivo en los objetivos estratégicos operativos debe mostrar el retorno de la inversión (ROI). Un error que cometen muchas organizaciones es que juzgan el éxito de la estrategia después de la finalización del proyecto, en lugar de los objetivos individuales. No todos los proyectos tendrán éxito, pero eso no significa que la estrategia en su conjunto haya sido un fracaso.
Por último, y lo que es más importante, las personas deben estar motivadas para participar en los cambios. Aquí es donde el liderazgo debe guiar desde el frente con una dirección y comunicación claras y concisas para garantizar que todos estén a bordo y comprendan la importancia de la estrategia.
Conclusión
Creo que podemos cambiar el mundo para mejor si pensamos de manera más práctica y racional. La mayoría de las organizaciones cometen el error de gastar grandes cantidades de tiempo, dinero y esfuerzo enfocándose en una estrategia operativa equivocada, lo que generalmente resulta en una falla financiera épica. A través de un enfoque estratégico organizacional estructurado y práctico, creo que una organización puede construir una estrategia corporativa exitosa que resistirá la prueba del tiempo.
GroundProbe, impulsada por la innovación y la tecnología, continuará participando activamente en estrategias operativas nuevas y avanzadas, actualizándose siempre y asegurando su lugar como líder del mercado en soluciones de monitoreo.